La formación en RolexEl valor del conocimiento
El dominio de un savoir-faire, la adquisición y el intercambio de conocimientos, así como la incesante búsqueda de la excelencia constituyen los pilares de la formación en Rolex. Así, la marca desarrolla desde hace ya varias décadas programas y vías formativas que se adaptan a las diferentes profesiones ejercidas en la empresa y a la evolución de las trayectorias profesionales. Desde la capacitación inicial hasta la formación laboral pasando por los cursos de especialización, las iniciativas emprendidas son considerables. Permiten especialmente la transmisión de un patrimonio inmaterial integrado por destrezas, prácticas y conocimientos propios de la marca que esta no deja de alimentar desde su fundación.
La inversión de Rolex en materia de formación, que trasciende los límites de la relojería, ya que todo el personal se beneficia de ella, posee un triple objetivo: garantizar el relevo, permitir el desarrollo de competencias de forma interna y perpetuar una cultura corporativa única en el sector. Ya sea en Ginebra —donde se encuentran la Sede Mundial de la marca y tres de las sedes de producción— o en Bienne —donde se fabrican los movimientos—, Rolex ofrece las mismas oportunidades de formación a todos sus empleados.
Cultura del aprendizaje
En 1984, Rolex es la primera empresa del cantón de Ginebra que contrata aprendices de relojería.
La formación que reciben estos futuros profesionales combina cada semana, con arreglo al marco legal que rige este tipo de enseñanza muy extendida en Suiza, períodos de prácticas en empresas y cursos teóricos en una escuela profesional pública. La importancia que esta formación denominada dual y su evolución tienen para Rolex ha llevado a la marca a implicarse de forma activa en organismos oficiales de gobierno relacionados con la materia.
La formación que reciben estos futuros profesionales combina períodos de prácticas en empresas y cursos teóricos.
Un lugar orientado hacia el futuro
El Centro de Formación Rolex acoge de forma permanente cursos dirigidos a los aprendices, así como módulos de formación continua cuyo objetivo es el de transmitir al personal la historia, la cultura corporativa y los valores de Rolex, además de familiarizarlo con los productos relojeros de la marca. Es también en este centro neurálgico donde se imparten todas las formaciones laborales; algunas están relacionadas con la adquisición y el desarrollo de las competencias del oficio y otras están orientadas hacia el ámbito de la gestión. Asimismo, se ofrecen prácticas a estudiantes universitarios y de escuelas superiores. En total, un centenar de aprendices, otros tantos alumnos en prácticas y cerca de 3000 empleados y empleadas procedentes de las tres sedes ginebrinas se benefician cada año de los servicios ofrecidos por el Centro de Formación.
Lo humano en el centro
Este espíritu abierto y esta capacidad de situar lo humano en el centro de todo siguen representando hoy en día una parte muy importante de la cultura corporativa de Rolex.